Si las ciudades más importantes de las culturas pre-incas e incas aún están de pie y casi intactas es básicamente porque los ingenieros y arquitectos del Perú antiguo antes de trazar nuevas metrópolis o ciudadelas hacían un estudio meticuloso sobre los fenómenos naturales que podrían presentarse en el tiempo: especialmente analizaban y reflexionaban sobre el comportamiento y la ferocidad cíclica de los embates de la naturaleza, por ejemplo: los incas fueron notables arquitectos e ingenieros que construyeron templos, fortalezas y viviendas comunes en terrenos escalonados, también una extensa red de caminos y puentes colgantes que comunicaban y conectaban a todo el incario (imperio), que en resumidas cuentas, era casi todo el continente de la actual América Latina: ¿Cómo hacían los incas para salir airosos de las emergencias climáticas y ambientales como "el fenómeno del niño"?, ¿cómo es posible que los caminos de los incas después de tantos siglos se encuentren en perfecto estado y los turistas nacionales y extranjeros aún continúen utilizándolos como rutas alternas para llegar a las principales ciudades pre-incas e incas, cuando las modernas vías colapsan? La respuesta es muy sencilla. Las culturas del Perú antiguo tenían un profundo respeto a la madre tierra y bajo ningún concepto vulneraban los cauces naturales de los ríos, pues ellos sabían que tarde o temprano se iban a activar, por ese motivo, elegían estratégicamente la ubicación de sus construcciones. ¿Usted ha visto alguna vez una huaca preinca o inca en la ribera de un río? Yo no.
Los hombres del Perú antiguo entendieron que para amortiguar y suavizar las embestidas de los fenómenos meteorológicos tenían que tener sus montañas y cerros poblados de verdor: árboles y vegetación, con el objeto de reforzar, amurallar las capas de la tierra cuando se originen precipitaciones pluviales y así esquivar, librarse, de alguna manera, de los derrumbes y huaicos; pero poblar de vegetación las zonas desérticas no solo era para asegurar la tierra, sino para mantener estables los microclimas que se originan en las alturas de las montañas y así mantenerse en armonía con el medio ambiente. Es importante precisar que si los antiguos peruanos construían sus ciudadelas y viviendas comunes en la costa de esta geografía, pues ellos se encargaban de forestar los bosques ribereños: es crucial informar que todos los valles del Perú antiguo poseían bosques, actualmente podemos ver que los valles son desérticos, también manejaban técnicas de ingeniería para el correcto encauzamiento de los ríos, que muy bien lo pueden hacer actualmente los gobiernos regionales y las municipalidades del Perú, pero incluso teniendo presupuesto no lo hicieron y estas son las consecuencias.
Por ejemplo, hoy, me enteré que la prestigiosa arqueóloga Ruth Shady, ofreció una entrevista a un medio de comunicación local, y en ese dialogo Shady sostuvo que Caral estaba a salvo de esta emergencia climatológica básicamente porque los ingenieros y arquitectos del antiguo Perú: tomaron las previsiones del caso para este tipo de situaciones, dado que desde los inicios de la humanidad siempre hubo esta clase de fenómenos naturales que actualmente han recibido los nombres de: "fenómeno del niño, de la niña, o en todo caso, el niño costero".
Sin lugar a dudas, el ejemplo más resaltante de esta publicación es la ciudad de Caral, Patrimonio Cultural de la Humanidad, y que afortunadamente por su estratégica ubicación de sus construcciones no está en riesgo, cuando desgraciadamente casi todo el norte del Perú ha colapsado. Sin embargo, estas inclementes lluvias sí han hecho que se incremente el caudal del río Supe y ello ha afectado la ruta de acceso al indicado sitio arqueológico.
"Caral está a salvo de las lluvias gracias a previsión de sus constructores".
"La prestigiosa arqueóloga Ruth Shady, encargada de la puesta en valor de la llamada Ciudad Sagrada y principal especialista de esta cultura, indicó a Agencia Andina que todos los sitios urbanos de la época de Caral en el valle de Supe están situados en altura. "No corren peligro", añadió".
DATO: Algunos turistas nacionales y extranjeros, en los últimos días, han pretendido visitar la ciudad más antigua de América Latina, Caral, pero se ha suspendido las visitas por el peligroso incremento del caudal del río Supe.
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